Al azar cada alumno dice una palabra que apuntamos en la pizarra. Las agrupamos de dos en dos y hacemos una nueva pasada diciendo, esta vez, una palabra que nos sugieran las palabras agrupadas. Con las 5 o 6 palabras resultantes escribimos una historia...Imaginación al poder...
ESTE ES EL RESULTADO...
Juan era un muchacho nacido en la comarca de la Cerdanya, concretamente en Puigcerdà. Allí vivió con sus padres y cursó sus estudios hasta el bachillerato. Él estaba encantado con su lugar de nacimiento, su familia, sus amigos y su entorno lleno de naturaleza. En invierno le encantaba ver las montañas llenas de nieve blanca como el azúcar.
ESTE ES EL RESULTADO...
Juan era un muchacho nacido en la comarca de la Cerdanya, concretamente en Puigcerdà. Allí vivió con sus padres y cursó sus estudios hasta el bachillerato. Él estaba encantado con su lugar de nacimiento, su familia, sus amigos y su entorno lleno de naturaleza. En invierno le encantaba ver las montañas llenas de nieve blanca como el azúcar.
Todo le resultó un cambio enorme, cuando tuvo que trasladarse a la ciudad de Barcelona, para conseguir su esperada incorporación en una de las mejores escuelas de cocina. Él era un gran estudiante y muy ambicioso con su futuro. La gran ilusión de su vida era ser un gran chef de cocina para poder montar su propio restaurante en Puigcerdà. Cuando veía algún programa televisivo relacionado con el mundo de la cocina, se queda boquiabierto, sobre todo cuando veía a Carlos Arguiñano con sus riquísimas recetas sencillas y llenas de condimento, o a su hermana Eva Arguiñano con sus famosas recetas de postres como helados, macedonia, natillas, etc. ….
¡Qué feliz era pensando en su futuro como cocinero! Siempre decía a sus padres, que iba a ser un trabajador de pies a cabeza y que su restaurante sería uno de los más visitados en la Cerdanya.
Sus estudios le costaron sudores y lágrimas, sobre todo para poder adaptarse a la vida en la ciudad. Echaba de menos su pueblo y a su familia, pero quizás lo que más cuesta arriba se le hacía era tener que viajar cada domingo hacia Barcelona y cada viernes hacia Puigcerdá. Llegó un momento que se acostumbró y su nueva vida estaba rodeada de ruido de coches, mucha gente por las calles, un sinfín de estrés y nuevos amigos.
Así transcurrieron unos años, pero finalmente consiguió acabar sus estudios. Actualmente es propietario de un pequeño restaurante de montaña con un encanto muy especial y un reconocido nombre. Se ha especializado en carnes y ensaladas y se siente orgulloso de lo que ha conseguido.
Cuando le preguntan por su éxito, siempre contesta: “ El camino del éxito empieza con el recorrido de nuestros esfuerzos".
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